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Conjuntos de mesas y bancos de jardín preseleccionados para 10 y 12 comensales, optimizando así, los espacios que ocupan los bancos tanto en los laterales como en las cabeceras de las mesas, cuidando incluso el espacio que queda entre ellos, para que no se produzcan ralladuras por roces.

Otras opciones: en caso de que su conjunto deseado no se encuentre aquí, puede contactarnos e indicarnos sus preferencias. Hemos producido conjuntos de mesa y bancos a medidas para 4, 6, 8 y 14 comensales en reiteradas oportunidades.

¿Porqué bancos en vez de sillas? Como en cualquier producto, existen pros y contras respecto de uno a otro. En el caso puntual de los bancos podemos resalta a favor las siguientes cuestiones: optimiza el espacio entre patas o bases de la mesa, ya que el largo está diseñado en función a las medidas internas de la mesa, dejando los espacios necesarios para su movilización, dentro del factor optimización vale destacar también que los bancos la mayoría de las veces son para al menos dos comensales, aunque en ocasiones los fabriquemos individuales a pedido, esto colabora a que el espacio entre comensales sea siempre el mismo, igualando en condiciones espaciales a todos los ocupantes, cosa que a veces no ocurre con las sillas. El segundo punto es la comodidad, el diseño de los bancos incluye un leve reclinado del respaldar hacia la parte posterior (en el caso de los bancos que poseen respaldo), surte un efecto relajador, muy útil si tenemos en cuenta que las sobre mesas en familia o con amigos suelen ser largas, siempre viene bien no estar rectos a 90 grados. El siguiente punto a favor es el resultado estético, los bancos de corte recto, complementan el es aspecto minimalista de las mesas de exterior, “alivianando” así la carga visual, homogeneizando el conjunto y liberando la vista por encima del mismo, generalmente hacia el parque, ya que la altura está pensada para apenas superar la de la mesa.

¿Pero los bancos no son pesados…? El primer contra que surge en cualquier conversación en el salón de ventas está asociada al peso, la realidad es que al utilizar maderas especiales como el incienso, que se auto protege de la humedad gracias a su resina natural y no a su peso, da como resultado un mueble resistente pero ligero, no se necesita más que una persona de contextura normal para movilizarlos. En ese sentido, la principal contra que posee un banco frente a una silla no es su peso, sino su versatilidad, las sillas son mayormente plegables y pueden guardarse fácilmente en épocas de poco uso o cuando así se lo requiera, los bancos en cambio son fijos y de volúmenes mayores, lo que hace que no siempre se cuente con un espacio dedicado a la guarda lo suficientemente amplio para que quepan todos. ¿La buena noticia? Es que en los conjuntos que proponemos, los bancos están también pensados para que quepan entre pata y pata de cada lateral de las mesas de exterior, de manera tal que en momentos de inactividad puedan guardarse debajo de la mesa. La siguiente contra y quizás la más obvia recae sobre los bancos sin respaldo, estos pierden en comodidad casi contra todos sus competidores, y de haber personas mayores en el grupo familiar, de seguro no querrán sentarse allí, con lo cual habrá que arrimar una silla o sillón a la mesa. También vale destacar que los bancos sin respaldo permiten optimizar la cantidad de comensales ya que pueden fabricarse de mayores largos dado que no hay respaldo que obstaculice el ingreso / egreso hacia el conjunto.


Esperamos que estos tips ayuden a encontrar su conjunto ideal!